Avícola de Galicia. S.A.U. (Avigal)

Ya han pasado más de cincuenta años desde la fundación de Avícola de Galicia. S.A.U. (Avigal) en el año 1964. Fue creada por D. Jaime Olmedo Limeses, quien encabezó un grupo integrado por familiares y amigos que divisaron en la promoción del sector avícola una oportunidad de negocio y que encontraron en Campañó el enclave ideal para la nueva empresa.

Avícola de Galicia, desde entonces ha formado parte del paisaje de Campañó, pero también del hogar de muchos vecinos de la parroquia y de las parroquias limítrofes. Aún a día de hoy, son muchos los vecinos que han trabajado y trabajan en Avícola de Galicia.

La empresa avícola ha pasado a lo largo de su vida por tres etapas fundamentales. La primera de ellas duró nada menos que 26 años, en la que D. Jaime Olmedo desempeñó su cargo como Consejero Delegado, apoyado, entre otros, por su estimado colaborador D. Julio Martínez Moreira. En sus orígenes Avícola de Galicia estaba orientada al mercado tradicional, con la pretensión de ampliar cada vez más su área de distribución. La empresa, que por aquel entonces contaba con aproximadamente 80 trabajadores, se encargaba de todos los procesos relacionados con la producción avícola, desde gallinas reproductoras hasta sala de incubación, fábrica de piensos e incluso matadero.

Ya han pasado más de cincuenta años desde la fundación de Avícola de Galicia. S.A.U. (Avigal) en el año 1964. Desde entonces, ha formado parte del paisaje de Campañó, pero también del hogar de muchos vecinos de la parroquia y de las parroquias limítrofes.

En el año 1990, D. Jaime dejó paso a una nueva etapa y Doux Ibérica compró Avícola de Galicia. En aquel entonces, Doux Ibérica era la primera productora de pollos de la entonces Comunidad Europea (hoy denominada Unión Europea) y comprando Avícola de Galicia se hizo con el control del 15 % de las ventas de pollos en España. Fue ésta una etapa de cambios e innovaciones, que se tradujeron en procesos cada vez más automatizados cuyo fin último era ampliar el mercado garantizando y mejorando el servicio a los consumidores. Este esfuerzo se tradujo en que la entidad Galicia Calidade S.A. otorgó la Marca de Garantía Galicia Calidade a Avícola de Galicia, que supuso el reconocimiento expreso de que la empresa cuenta con las materias primas de la más alta calidad, producciones óptimas y servicios excelentes.

En el año 2008 se inició la tercera y actual etapa de Avícola de Galicia, que fue adquirida por el Grupo Vall Companys. Este Grupo Empresarial de Lérida, tiene una trayectoria de más de 50 años y entre sus principales actividades se cuentan no sólo la producción avícola, sino también la producción ganadera porcina y el mercado de las harinas panificables. El carácter familiar que ha resaltado tanto en el Grupo Vall Companys como el que se ha puesto de relieve siempre en Avícola de Galicia garantizaron que la fusión se hiciese sin obstáculos y rápidamente. En la actualidad se culmina la tercera etapa de Avícola de Galicia con un proyecto de innovación, automatización de las instalaciones y creación de nuevos procesos productivos que son la concreción de una política de inversión constante que tiene como objetivo un crecimiento progresivo.

Durante su larga vida, Avícola de Galicia se ha adaptado a las nuevas tecnologías y ha crecido y evolucionado constantemente.

Habiendo cumplido las “Bodas de Oro” de Avícola, ya se puede decir que ha tenido una larga trayectoria y que a pesar de los cambios internos, siempre ha permanecido en Campañó. A esto hay que añadir que siempre ha contado con un excelente equipo de profesionales vinculados a Pontevedra y a su entorno, implicados en el día a día de la empresa y tremendamente trabajadores. Durante su larga vida, Avícola de Galicia se ha adaptado a las nuevas tecnologías y ha crecido y evolucionado constantemente, manteniendo con cuidado el mercado tradicional y extendiéndose a nuevos mercados que apuestan por nuevos formatos de productos, sin olvidar nunca la necesidad de promocionar el empleo, garantizar el bienestar animal, el respeto por el entorno, la integración paisajística y por supuesto la confianza de los consumidores.